Es importante conocer cómo hacerlo al momento de elegir alguna formulación para nuestro mejor amigo.
En la parte posterior del empaque se indican los ingredientes. El primer ingrediente en la lista es el componente mayoritario, el segundo le sigue en composición y así sucesivamente. Por ejemplo si en la etiqueta el primer ingrediente es harina de cordero, entonces éste es el que se encuentra en mayor proporción en el alimento.
Además, en las etiquetas se detallan las raciones según el peso para adultos y según la edad en meses y peso para cachorros o gatitos. Cuanto mayor sea la digestibilidad de un alimento, menor será la ración necesaria. Esta ración indica la cantidad de alimento que debemos darle a nuestra mascota al día, por lo que deberá ser dividida en partes de acuerdo al número de comidas previstas. En perros, para adultos se sugieren 2 raciones al día y en cachorros al menos 3.
De forma general, los perros comen todo el alimento que se encuentre en el plato, no dejan una cantidad para después. Por el contrario, los gatos suelen tener un mayor número de comidas al día (incluso hasta 20), por lo que el alimento es consumido poco a poco. Además, en el caso de los gatos es importante que el alimento se disponga lejos del arenero.
Las raciones para cachorros o gatitos son mayores que para un adulto del mismo peso, esto es debido a que en la etapa de crecimiento la generación de tejido demandará mayor cantidad de nutrientes.
La conservación del alimento es de vital importancia para que los nutrientes como antioxidantes, ácidos grasos esenciales, vitaminas, entre otros puedan preservarse. Al adquirir el alimento se debe colocar en un lugar seco y fresco, donde no llegue la luz directa del sol. Además, no debe estar junto a agentes de limpieza ya que si los químicos desafortunadamente se riegan y alcanzan el empaque, lo podrían degradar y dañar su función de barrera, incluso aromas fuertes podrían penetrar el empaque y alterar su contenido.
Debemos reducir el contacto entre el vapor de agua y oxígeno del aire y el alimento. Por lo tanto, una vez abierto el empaque se sugiere colocar la cantidad necesaria para 1 a 2 semanas en otro recipiente hermético. El contenido restante debe guardarse, para esto se puede aprovechar el mismo empaque. Se debe remover el aire del empaque y luego sellar la abertura con cinta adhesiva.
Escrito por:
Cristina Sotomayor MSc.
Cert. Nutrición Canina y Felina